domingo, 16 de agosto de 2009

¿Cuáles son las ventajas de considerar siempre a las ciudades en sus interrelaciones con otros ecosistemas?

En la planificación y gestión de las ciudades se debe visualizar, no sólo el área contenida en el perímetro urbano, sino también comprender los flujos de energía que entran y salen de la ciudad, con sus puntos de partida, recorridos y llegadas. El objetivo es incluir a los Ecosistemas Productivos y Balanceados involucrados en la dinámica de la ciudad a nivel local, regional y global.

Ese esquema, llamado Superposición de Mosaicos, permite determinar los puntos críticos en los cuales se deben definir reglas de control: monitoreo, etiquetado, leyes, reordenamientos administrativos, territoriales, etc. Estas acciones son orientadas a asegurar que la evasión de los sistemas de control sobre los recursos renovables, no renovables y los desechos, sea más complicado y lograr un desarrollo sustentable en todos los ecosistemas. (Sustentabilidad: “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para satisfacer sus propias necesidades”. Informe Brundtland. Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas, 1987)

Las ciudades son Ecosistemas Urbanos, representados por la ecuación P/R < 1. Donde P es la Producción y R los Residuos. En las ciudades la cantidad de recursos consumidos y sus residuos, es mayor a la cantidad de recursos producidos.

La mayor productividad de las ciudades se dá en el área cultural e intelectual; por eso se argumenta hoy que el futuro de nuestra civilización, dependerá de las decisiones que se tomen en las ciudades, ya que ahí se encuentran los centros de poder político, económico y judicial.

La cultura del consumo y derroche que caracteriza a los occidentales y que cada día se convierte en una cultura global, aumenta la demanda y diversificación de productos. La mayoría de estos recursos y productos una vez que cumplen su vida útil, por su naturaleza, no pueden ser reinsertados al ecosistema de donde fueron extraídos sin antes ser preparados para su disposición final, gestión que aún es un proceso atípico en la mayoría de las ciudades latinoamericanas.

Los recursos que demandan las ciudades, son extraídos de Ecosistemas Productivos, representados por la ecuación P/R > 1. Donde se expresa que la Producción de recursos es mayor que el consumo de recursos. Por ejemplo, los nutrientes que debe consumir el suelo para poder continuar siendo productivo son cada día más escasos.

Los suelos, el aire, el agua y la biodiversidad que generan y soportan a los Ecosistemas Productivos, destinados a satisfacer las demandas de los Ecosistemas Urbanos, forman parte de los Ecosistemas Balanceados o Naturales. (Esto es una simplificación del sistema para una comprensión teórica, ya que en realidad los ecosistemas están interrelacionados en formas más dinámicas y complejas).

Los Ecosistemas Balanceados, mantienen en equilibrio lo que producen y consumen. El resultado de este equilibrio es la generación de vida como la conocemos en el planeta.

Dado que la expansión urbana tiene un crecimiento exponencial, es indispensable para la Planificación de estos centros poblados, incluir el manejo racional y sostenible de los ecosistemas de los que depende para poder funcionar y lograr mantener la calidad de vida no solo de los habitantes de la ciudad, sino también de los habitantes de otros ecosistemas y de todos los seres vivientes que los conforman.

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