Cuando el hombre comenzó a emplear la agricultura, se modificó la manera como éste se relacionaba con su entorno.
Durante 190.000 años, los homo sapiens vivieron en base a la recolección y la caza. Tomaban de su hábitat los recursos necesarios para su supervivencia, alimentos, refugio, protección; y su movilización por el territorio era determinada por la oferta y la demanda de los mismos. Por el hecho de ser nómada permitía que el entorno se regenerara una vez que agotaba determinado recurso. Sus territorios eran flexibles. Cada individuo se ocupaba de conseguir estos recursos para él y su familia y se distribuían en el territorio en pequeños grupos.
La cantidad de energía empleada para la extracción de los recursos (fuerza bruta del hombre y herramientas rupestres), era equivalente a la cantidad de energía extraída del entorno (alimentos recolectados, animales de caza, materiales para la construcción de refugio, materiales para la fabricación de herramientas y vestido) de manera que el ecosistema del cual formaba parte, era de tipo Balanceado.
Los Ecosistemas Balanceados se expresan con la ecuación P/R = 1. Donde P es la Producción (recursos extraídos del ambiente) y R la Respiración (materiales resultantes de los procesos que deben ser degradados y/o reutilizados por el ambiente). De esta forma, se tomaba del entorno lo necesario para la supervivencia de los individuos y los materiales resultantes de sus actividades de supervivencia, eran asimilados de nuevo por el ecosistema manteniendo el equilibrio.
Antes del “invento” de la Agricultura, los homo sapiens desarrollaban una Estrategia de Cadena Larga para su alimentación, esto significa que incluía una amplia variedad de especies vegetales y animales interdependientes entre sí. Por lo tanto existía una alta biodiversidad en los ecosistemas donde habitaba.
Hace 10.000 años, el hombre comenzó a seleccionar plantas y protegerlas para su alimentación. La agricultura, es la revolución que permitió la unión de conocimientos, habilidades y que se desarrollaran fuentes de energía.
La energía empleada en las tareas de supervivencia ya no se limitó a la fuerza bruta del hombre y algunas herramientas rupestres, por el contrario se desarrollaron nuevas tecnologías para optimizar la producción de las tierras aunque en detrimento de su capacidad de regeneración.
Los individuos agricultores se volvieron sedentarios para cuidar sus cultivos y su territorio se tornó rígido.
Una vez que la producción supera la demanda de alimentos del agricultor y su familia, se producen los excedentes. Estos excedentes de recursos motivan una nueva dinámica basada en el intercambio de los mismos. Aumenta la densidad poblacional. Con ello la demanda y oferta de servicios y productos. Es la génesis de lo que hoy llamamos Ciudades.
Las rutas de comercio que nacieron para optimizar el intercambio de productos, también influyó en el desarrollo de nuevos centros poblados que servían de abastecimiento y posada a los comerciantes.
Los materiales resultantes de las actividades en estos centros poblados (desechos) aumentaron y se diversificaron, dejando de ser reincorporados en el ecosistema.
La agricultura se orientó a explotar los cultivos de mayor productividad modificando así la biodiversidad que existía en los ecosistemas. Lo mismo generó la ganadería al ofrecer protección a determinadas especies para el consumo humano. El hombre cambió a una Estrategia de Cadena Corta para su alimentación. Así alteró el flujo de energía de los ecosistemas de los que había formado parte durante toda su existencia anterior.
También se modificaron las formas de organización social, convirtiéndose en unas más complejas que permitieran mantener el orden en estos centros poblados con tan alta densidad (religiones, gobiernos, leyes, etc.)
La agricultura fue la semilla de las sociedades urbanas como hoy las conocemos. Con el tiempo se han complejizado y diversificado los problemas generados por los patrones de consumo y cada día aumenta la demanda de recursos y descarga de desechos que presionan los ecosistemas de los que dependemos.
Próxima Entrada: ¿Cuáles son las ventajas de considerar siempre a las ciudades en sus interrelaciones con ecosistemas productivos (agroecosistemas), ecosistemas “naturales” y otros ecosistemas urbanos?
De la Serie: Preguntas del Dr. Raúl Montenegro.
Durante 190.000 años, los homo sapiens vivieron en base a la recolección y la caza. Tomaban de su hábitat los recursos necesarios para su supervivencia, alimentos, refugio, protección; y su movilización por el territorio era determinada por la oferta y la demanda de los mismos. Por el hecho de ser nómada permitía que el entorno se regenerara una vez que agotaba determinado recurso. Sus territorios eran flexibles. Cada individuo se ocupaba de conseguir estos recursos para él y su familia y se distribuían en el territorio en pequeños grupos.
La cantidad de energía empleada para la extracción de los recursos (fuerza bruta del hombre y herramientas rupestres), era equivalente a la cantidad de energía extraída del entorno (alimentos recolectados, animales de caza, materiales para la construcción de refugio, materiales para la fabricación de herramientas y vestido) de manera que el ecosistema del cual formaba parte, era de tipo Balanceado.
Los Ecosistemas Balanceados se expresan con la ecuación P/R = 1. Donde P es la Producción (recursos extraídos del ambiente) y R la Respiración (materiales resultantes de los procesos que deben ser degradados y/o reutilizados por el ambiente). De esta forma, se tomaba del entorno lo necesario para la supervivencia de los individuos y los materiales resultantes de sus actividades de supervivencia, eran asimilados de nuevo por el ecosistema manteniendo el equilibrio.
Antes del “invento” de la Agricultura, los homo sapiens desarrollaban una Estrategia de Cadena Larga para su alimentación, esto significa que incluía una amplia variedad de especies vegetales y animales interdependientes entre sí. Por lo tanto existía una alta biodiversidad en los ecosistemas donde habitaba.
Hace 10.000 años, el hombre comenzó a seleccionar plantas y protegerlas para su alimentación. La agricultura, es la revolución que permitió la unión de conocimientos, habilidades y que se desarrollaran fuentes de energía.
La energía empleada en las tareas de supervivencia ya no se limitó a la fuerza bruta del hombre y algunas herramientas rupestres, por el contrario se desarrollaron nuevas tecnologías para optimizar la producción de las tierras aunque en detrimento de su capacidad de regeneración.
Los individuos agricultores se volvieron sedentarios para cuidar sus cultivos y su territorio se tornó rígido.
Una vez que la producción supera la demanda de alimentos del agricultor y su familia, se producen los excedentes. Estos excedentes de recursos motivan una nueva dinámica basada en el intercambio de los mismos. Aumenta la densidad poblacional. Con ello la demanda y oferta de servicios y productos. Es la génesis de lo que hoy llamamos Ciudades.
Las rutas de comercio que nacieron para optimizar el intercambio de productos, también influyó en el desarrollo de nuevos centros poblados que servían de abastecimiento y posada a los comerciantes.
Los materiales resultantes de las actividades en estos centros poblados (desechos) aumentaron y se diversificaron, dejando de ser reincorporados en el ecosistema.
La agricultura se orientó a explotar los cultivos de mayor productividad modificando así la biodiversidad que existía en los ecosistemas. Lo mismo generó la ganadería al ofrecer protección a determinadas especies para el consumo humano. El hombre cambió a una Estrategia de Cadena Corta para su alimentación. Así alteró el flujo de energía de los ecosistemas de los que había formado parte durante toda su existencia anterior.
También se modificaron las formas de organización social, convirtiéndose en unas más complejas que permitieran mantener el orden en estos centros poblados con tan alta densidad (religiones, gobiernos, leyes, etc.)
La agricultura fue la semilla de las sociedades urbanas como hoy las conocemos. Con el tiempo se han complejizado y diversificado los problemas generados por los patrones de consumo y cada día aumenta la demanda de recursos y descarga de desechos que presionan los ecosistemas de los que dependemos.
Próxima Entrada: ¿Cuáles son las ventajas de considerar siempre a las ciudades en sus interrelaciones con ecosistemas productivos (agroecosistemas), ecosistemas “naturales” y otros ecosistemas urbanos?
De la Serie: Preguntas del Dr. Raúl Montenegro.
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